Si tu eres el Hijo de Dios… (Mateo 11, 3)
El enemigo trató de usar la estrategia de sembrar dudas en la mente de Jesús sobre la bondad y el amor de Dios. Si podía hacer vacilar la confianza de Jesús en su Padre, entonces quizá Jesús se sentía menos obligado a mantenerse fiel. Las tentaciones se acumulan hasta el golpe final: Dios no te está ayudando aquí; todo lo que te ha dejado es hambre y humillación. Esta es la misma estrategia que la serpiente usó en contra de Adan y Eva en la primera lectura de hoy. “¿Es cierto que Dios les ha prohibido…?” (Genesis 3, 1).
Pero en donde nuestros primeros padres fallaron, Jesús tuvo éxito. Y al tener éxito, abrió para nosotros el camino para tener éxito también. Superó las tentaciones del diablo haciendo lo que incluso nosotros podemos hacer cuando somos tentados: Ejerció una fe firme.
Al final, Jesús ganó. Después de escuchar solamente las palabras de acoso del diablo, escuchó a los ángeles entonando cánticos de consuelo y alabanza.
No tengas duda de que en este tiempo de Cuaresma serás tentado, si no lo has sido ya. El diablo tratará de
convencerte… ¡No le creas! Mantente fiel a tus compromisos de Cuaresma, mantente fiel en oración. Y si te equivocas, recuerda que tu sigues siendo un hijo de Dios. Amen.
Comments
There are no comments yet - be the first one to comment: