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Domingo, 22 de Enero

Hermanos: Los exhorto… a que… no haya divisiones entre ustedes. (1 Corintios 1, 10).

San Pablo tenía muchas cosas que decir a la iglesia de Corinto, pero el primer tema que trato fueron las divisiones en la comunidad. Debe haber estado impresionado de que la gente crea rivalidades basándose en quien les había proclamado el evangelio.

Entre los cristianos de diferentes tradiciones existe desunión. Pero así ha sido desde que solo existía una sola Iglesia. Aun cuando todos somos parte de la misma “familia”, es muy fácil caer en la trampa de vernos unos a otros como contrincantes.

A menudo categorizamos a nuestros hermanos católicos según la forma en la que rezan, las páginas de internet que visitan y las causas que apoyan. No es difícil dar un paso hacia adelante y adoptar la actitud de “nosotros contra ellos”.

¡Eso no es lo que Dios quiere para su Iglesia! El Señor nos quiere “unidos en un mismo sentir y un mismo pensar” (1 Corintios 1, 10). Ese es un mandato supremo y comienza en nuestro corazón. Aun cuando tengamos desacuerdos podemos abordar estos asuntos constructivamente.

Hoy en Misa, pídele a Dios que continúe sanando las divisiones en la Iglesia así como las muchas divisiones en nuestro corazón. Señor, te ruego que nos ayudes a ver que todos
somos uno en ti.             Amen

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