The Catholic Community of Northern Columbia County

. “No pierdan la paz” (Juan 14, 1)

Jesús acababa de predecir que Judas lo iba a traicionar y Pedro lo iba a negar. Les acababa de decir a los discípulos: “ya no estaré con ustedes mucho tiempo” (Juan 13, 33). Algo realmente grande estaba a punto de suceder. ¡Por supuesto que los discípulos se  estremecieron! Cualquier persona se sentiría nerviosa y perturbada.

Tengan paz, dijo Jesús, no teman. Este es el mandamiento más común en los Evangelios. Generalmente, Jesús lo dice cuando sus discípulos alcanzan a ver una muestra de su gloria. Por ejemplo, en su Transfiguración, o cuando camino sobre el agua. Pero esta vez, Jesús los tranquiliza porque se está yendo. Una vez que me haya ido, estaré con ustedes de una forma nueva. Nunca los abandonaré, aun si a ustedes les resulta difícil encontrarme en la forma en la que estaban acostumbrados.

Jesús deseaba que sus amigos supieran que aun cuando él no estaría con ellos en persona, realmente no los estaba dejando solos. El Señor estaría presente por medio del Espíritu Santo que habitaba en ellos. Solamente necesitaban aprender a verlo de una forma diferente.

Al igual que los discípulos, nosotros experimentamos cambios en nuestra vida que pueden llevarnos a preguntarnos si él está aún con nosotros. Las cosas a las que estamos acostumbrados pueden verse interrumpidas. Pero Jesús no nos ha dejado solos en estos momentos, el quiere abrirnos los ojos para que lo veamos presente en cada situación que enfrentamos. Amen.