The Catholic Community of Northern Columbia County

“Postrándose, lo adoraron.” (Mateo 2, 11)

Es posible que hayas escuchado que una “epifanía” es ese momento en el que el personaje de un libro o de una película descubre algo que le cambia la vida y que, por consiguiente, cambia el resto de la historia. Toda buena novela tiene una epifanía. Esa es una forma de pensar en la fiesta que celebramos hoy. Dios se manifestó a los gentiles, y ese momento cambió todo.  

Hubo indicios de que Dios se acercó a los gentiles en el Antiguo Testamento. Pero el Evangelio de San Mateo nos muestra que este momento fue decisivo: Astrólogos paganos que venían de Oriente llegaron a adorar a Jesús, el recién nacido rey de los judios (Mateo 2, 11). Ellos fueron los primeros de “los pueblos” sobre los que Isaias profetizó que caminaran a la luz del Señor (Isaías 60,3). Son los primeros de aquellos a los que San Pablo llamó “por el Evangelio… coherederos… en Jesucristo” (Efesios 3, 6).  

¿Por qué es tan importante este evento? Porque nos muestra que el amor de Dios es mucho más grande de lo que nadie nunca imaginó. Comenzamos a ver en Cristo, se abre una relación de amor con todo aquel que se acercó a él, ya fuera judio o gentil.

La invitación de acercarse a Jesús se extiende a todos. Porque el deseo amoroso de Dios de atraer a todos hacia sí mismo no puede contenerse; nadie está excluido del alcance de su amor. ¡Y eso es algo que cambia la vida!  Amen.