The Catholic Community of Northern Columbia County

“Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, sus caminos no son mis caminos” (Isaías 55, 8)

No hay ninguna duda de que a veces simplemente no podemos comprender por qué Dios no ve las cosas de la misma manera que nosotros. ¿Por qué simplemente no nos da el trabajo que queremos o la sanación que le estamos pidiendo o la reconciliación que tanto anhelamos? Pero también sabemos que, por lo menos en esta vida, no siempre comprenderemos los caminos del Señor. Nos aventajan tal como los cielos aventajan a la tierra (Isaías 55, 9). 

El Evangelio de hoy ilustra precisamente esto. ¿Quien le pagaría el mismo salario al trabajador que llegó de primero y al que llegó una hora antes de terminar la jornada? Solamente Dios puede ser tan generoso como para cuidar de igual forma a los que acuden a él, ya sea tarde o temprano.

Y esa es la razón por la cual podemos dar gracias de que los caminos de Dios aventajan a los nuestros. Mira cómo el Señor cuidó de su pueblo escogido durante siglos. Aun cuando se presentaran ocasiones en las cuales pudo haberlos abandonado, nunca lo hizo, sin importar cuan lejos ellos se hubieran desviado. Solamente tenian que buscarlo para encontrar su misericordia (Isaías 55, 6-7). 

El Señor nos da su amor y misericordia sin medida, sin costo y a quien quiera que acuda a él. Ya sea que llegue temprano o
tarde, pecador o santo, todos son bienvenidos. Amen.