“¡Bendito el que viene en nombre del Señor!” (Mateo 21, 9)
Hoy es Domingo de Ramos y nos unimos a la multitud en elcamino hacia Jerusalén. Vemos cómo la gente extiende sus mantos y las ramas de palma delante de Jesus, el humilde reyd e Israel. Sostenemos en alto nuestras palmas y elevamos nuestro clamor diciendo “¡hosanna!”, para recibir a nuestro rey que ya viene.
Y hoy Jesus viene, no vestido con ropajes majestuosos o sentado en un magnífico corcel, sino que viene montando un humilde burro. Entra en Jerusalén y entra también en nuestro corazón, no como un guerrero sino como un rey sirviente. Conocemos la respuesta a la pregunta hecha por la gente de Jerusalén: “¿Quién es este? (Mateo 21, 10). Sabemos que Jesús es más que un profeta, más que un maestro brillante, más que un hacedor de milagros. Sabemos que él es el Hijo de Dios y nuestro Señor.
Encontremonos con Cristo en el Monte de los Olivos… Corramos a acompañarlo mientras él se apresura hacia su pasión, e imitemos a aquellos que se encontraron con el. Durante esta semana, que es la más santa de todas, demos gracias a Jesús por su pasión y muerte. Adoremoslo con himnos de alabanza por su misericordia. Amen
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