The Catholic Community of Northern Columbia County

“No volverán las aguas del diluvio a destruir la vida” (Génesis 9, 15)

Aunque parezca extraño iniciar la Cuaresma con el relato del arca de Noé, lo cierto es que Noe pasó cuarenta días navegando en una enorme inundación así como Jesús soportó cuarenta días “entre animales salvajes” (Marcos 1, 13).

Más allá de eso, hay una promesa escondida en la alianza de Dios con Noe. Al prometer que nunca más destruiría la tierra con una inundación, señaló una mejor manera de vencer el pecado y el mal: La muerte y la resurrección de Jesús. ¡Y este tiempo nos ofrece cuarenta días para prepararnos para ello!

En la segunda lectura de hoy, San Pedro nos dice por qué Noe y su familia son los compañeros perfectos para nosotros en esta 
Cuaresma. Por medio del diluvio, escaparon del ambiente de pecado y entraron en una nueva vida con Dios, de la misma forma en que nosotros escapamos del pecado y entramos en una nueva vida a través de las aguas del bautismo.

Si te estás preparando para recibir el Bautismo, tienes una razón especial para alegrarte: Atravesará las aguas hacia la salvación. Pero si ya eres bautizado, también puedes regocijarse, especialmente si dedicas estos cuarenta días a renovar tus promesas bautismales. Renuncia a Satanás y a sus tentaciones.

Esfuérzate por apartar más tiempo para la oración. Ofrece tu tiempo y tu dinero a aquellos que tienen alguna necesidad. Ayuna o renuncia a alguna actividad o hábito negativo. El viaje lo vale, porque cuando finalmente llegues a la alegría del domingo de Pascua, alcanzaras un mejor entendimiento de la fidelidad y la salvación de Dios. Amen.