“El Cordero… será su pastor” (Apocalipsis 7, 17)
¿Alguna vez habías oído hablar de un cordero que también fuera pastor? La segunda lectura de hoy nos dice que Jesus, el Cordero
de Dios, será el pastor de los santos que están frente al trono celestial. Aunque este Cordero todavía lleva las heridas de su sacrificio, él protegerá a los santos, los guiará a fuentes de agua de vida y enjugará las lágrimas de sus ojos (Apocalipsis 5, 6; 7, 17). ¡Que extraño!
En realidad, no es tan extraño. Jesus, el Cordero de Dios, es el pastor perfecto para nosotros y estas son las razones:
-Este Cordero es un pastor que vivió su vida en completa obediencia a la voluntad del Padre. En todo momento se unió con la voluntad de Dios y camino perfectamente por la senda de la justicia, así que por supuesto él sabe cómo guiarnos por ese camino.
-Este Cordero es un pastor que derrotó los poderes de las tinieblas por medio de su sacrificio. Libremente se entregó a la muerte en la cruz. Cuando resucitó de entre los muertos, derrotó a la muerte y el pecado. El Señor es el único capaz de protegernos frente a los problemas o el mal que surja en nuestro camino.
-Este Cordero es un pastor que derramó su propia sangre en la cruz para lavarnos de toda impureza. El agua que fluyó de su costado traspasado es el agua viva del Bautismo y de la vida nueva. El nos guia a esta agua de vida
-Este Cordero es un pastor que ha sufrido del mismo modo en que nosotros hemos sufrido. Su experiencia del dolor hace que esté más atento al nuestro , y con ternura el enjuga las lágrimas de nuestros ojos.
Al celebrar hoy el domingo del Buen Pastor, dedica un tiempo a meditar en Jesús, el Cordero que es tu pastor. Alégrate porque él
no te ha dejado abandonado en el camino. Tu pastor va delante de ti y te conducirá a casa. Amen
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