The Catholic Community of Northern Columbia County

What are you supposed to do about the bad behavior of the people around you? You know who I’m talking about. That family member, friend, coworker, or acquaintance who is quite immoral. On this front there are two lively options in our culture: bash the person to others (probably online) or pretend everything’s fine. The former damages the person. The latter ignores reality. What to
do?

Jesus’ strategy in the Gospel of Matthew is as wise as it is difficult: go directly to the person, and then gradually expand the circle of
intervention. Simple, often effective, and hard. But what we often miss is the context of the Lord’s strategy, “If your brother sins against you…” Notice the italicized words. Is the person in a Christian familial bond with you? And was the action in question against you? If so, proceed with the plan. Fine. But how often we fret over the sins of those who either aren’t our spiritual siblings or have done nothing directly to us. This is not an invitation to ignore injustice in the world. Rather, we should build bonds of fraternal love, and carefully discern when and how others’ sins are indeed our concern. Sometimes they are. Other times — frequently, perhaps — they simply are not. — Father John Muir ©LPi

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Creo que la pandemia nos dejó una enseñanza muy grande y fue rezar juntos en familia y el deseo de Dios es que sigamos unidos en oración. Familia, comunidad y sociedad, lo necesitamos urgentemente. Pedir unidos por la paz, por que termine la violencia en las calles, es deber de cristianos. Darnos la mano unos a  otros es compromiso para enfrentar las situaciones difíciles. ¿Qué tipo de
situaciones existen ahora que debemos orar juntos? ¿Crees que eres responsable de pedir por tu familia? También, debemos dar testimonio; recordemos el refrán que dice: “Las palabas mueven, pero el ejemplo arrastra”.

El Evangelio también habla de la corrección fraterna, la cual se debe de hacer con prudencia, respeto y caridad, sin humillar al que se corrige. La catequesis del Papa Francisco a este respecto es muy específica y llena de enseñanza: “Para corregir al hermano que se ha equivocado, Jesús, sugiere una pedagogía de recuperación. Y siempre la pedagogía de Jesús es pedagogía de la recuperación; Él
siempre busca recuperar, salvar” (09/06/2020). En resumen, es importante corregir con amor y estar abiertos también a que se nos corrija. Ponernos de acuerdo para pedir lo que nos conviene. Porque, Jesús asegura lo siguiente: “Pues donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy yo, en medio de ellos” (Mateo 18:20).  Llamado para orar juntos y para participar en la Eucaristía
dominical con entusiasmo. ¡Genial, Dios nos escucha y acompaña siempre! ©LPi