“Los llamo” (Marcos 1, 20)
¿Qué fue lo que Jesús les dijo a Santiago y a Juan cuando “los llamo” (Marcos 1, 20)? ¿Se acercó a ellos como lo hizo con Simón y Andres cuando les dijo “Síganme” (1, 17)? ¿O hubo una conversación mas larga e interesada? Sea lo que sea que pasó, sabemos que este encuentro tuvo un efecto poderoso en estos dos pescadores. Ellos “Dejando en la barca a su padre con los trabajadores, se fueron con Jesús” (1, 20).
¿Cómo te llamo Jesús? No importa si sucedió en un momento específico o a lo largo de muchos años. Lo que importa es que, al igual que estos primeros discípulos, Jesús te llamo y tu decidiste seguirlo.
El primer llamado que escuchamos es cuando Jesús nos invita a ir a él. Jesús es el Único que nos muestra el camino hacia el Padre y que llena nuestro corazón con su amor, misericordia y gracia. Como sucede con estos discípulos, nuestra relación con nuestro Señor se convierte en el fundamento de nuestra vida y de todo lo que hacemos.
Jesús también nos llama a la misión. Ya sea al matrimonio y la familia, al sacerdocio, a la vida religiosa o a la solteria, todos hemos recibido una misión, un modo específico en que el quiere que lo sirvamos. El Señor incluso puede invitarnos a ser misioneros al igual que lo fueron los primeros discípulos. Pero también podemos recibir múltiples llamados en nuestra vida, y nuestro llamado puede cambiar y aumentar con el tiempo.
“Señor, te estoy eternamente agradecido por haberme llamado a seguirte.” Amen.
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