X

Browsing Nuestra Comunidad Hispana

17 de septiembre de 2023 XXIV Domingo Ordinario

"Cosas abominables son el rencor y la cólera; sin embargo, el pecador se aferra a ellas” (Eclesiastico 27, 30)

Todos cargamo resentimientos en nuestro corazón. En algún momento, cada uno de nosotros ha sido ofendido por un amigo o un familiar. Podemos sentirnos heridos y enojados, hasta el punto de sentirnos una víctima. Pero la primera lectura de hoy nos dice que esta no es una respuesta saludable.

Cuando Siracide escribió estas palabras hace más de dos mil años, estaba intrigado con algo que hasta ahora los psicólogos modernos están comenzando a entender. No perdonar afecta nuestra salud física y emocional. Puede aumentar la presión arterial, interrumpir nuestro sueño y debilitar nuestro sistema inmune. Puede disminuir nuestra capacidad de confiar en las personas y refuerza una forma negativa de ver la vida. ¿Por qué aferrarnos a estas cosas que nos hacen daño? Solamente el perdón puede ayudarnos a
soltar nuestros apegos.

Cuando decidimos perdonar, aun si quien nos ha ofendido no nos pide perdón, dejamos de ser esa “víctima.” Superamos la tensión y el resentimiento y la negatividad que nos rodeaban. Lo mejor de todo es que abrimos nuestro corazón a la sanación del Señor.

Dios sabe por todo lo que hemos pasado: El daño que nos han hecho y el que hemos hecho. El Señor nos perdona, como perdonó el rey del que nos habla el Evangelio de hoy. Si estás luchando con un resentimiento presentaselo al Señor en oración. Permite que el acto de perdonar te conceda paz y te ayude a seguir adelante con tu vida. Amen.

Comments

There are no comments yet - be the first one to comment:

 

Subscribe

RSS Feed

Archive


Access all blogs

Subscribe to all of our blogs