The Catholic Community of Northern Columbia County

A protestant pastor friend of mine was invited to meet Pope Francis with a group of other pastors. He noticed the Pope’s chair was especially ornate and set at the head of the group. He somewhat playfully said, “Holy Father, why do you get that special chair?” The group chuckled nervously at my friend’s audacious chide. The following year, the group was invited to return. They entered the room to find only simple chairs placed in a circle. Pope Francis entered, sat down in one of the humble chairs and, looking directly at my friend, with a twinkle in his eye, asked, “What do you think of my chair now?” My friend was stunned that the Pope remembered his concerns — and took the time to answer them. 

Thomas the apostle was certainly stunned by the Risen Jesus displaying his wounds in person. But he also must have been equally  shocked that Jesus knew and answered his particular questions, worries, and even demands related to his faith. How humbled — and perhaps a bit terrified — he must have been to realize God remembers his concerns and cares enough to answer them.

What questions or demands about Jesus do you find in your heart? Like Thomas, will you be bold enough to voice them this week? How wonderful to know that if we do so, God will remember and respond even to our most audacious desires. — Father John Muir ©LPi

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¿Sabías qué? el segundo domingo del Tiempo Pascual fue designado “Domingo de la Divina Misericordia” por el Papa Juan Pablo II, en el año 2,000 durante la canonización de santa Faustina Kowalska. El Catecismo de la Iglesia Católica, en su número 1225, ilumina y
catequiza lo que el Papa y santa Faustina nos trasmitieron al experimentar la misericordia divina en sus vidas. “En su Pascua, Cristo abrió a todos los hombres las fuentes del Bautismo. En efecto, había hablado ya de su pasión que iba a sufrir en Jerusalén como de un Bautismo con que debía ser bautizado. La sangre y el agua que brotaron del costado traspasado de Jesús crucificado son figuras del
Bautismo y de la Eucaristía, sacramentos de la vida nueva: desde entonces, es posible nacer del agua y del Espíritu para entrar en el Reino de Dios”. Santa Faustina al pintar el retrato del Señor de la Misericordia nos muestra esta imagen de la misericordia de Cristo Crucificado dada a nosotros por el Bautismo y la Eucaristía.

El Papa Francisco, también, nos lo explica de la siguiente manera: “La misericordia a la luz de la Pascua se deja percibir como una verdadera forma de conocimiento. Se conoce a través de los sentidos, se conoce a través de la intuición, a través de la razón y aún de otras formas. Bien, se puede conocer también a través de la experiencia de la misericordia, porque la misericordia abre la puerta de la
mente para comprender mejor el misterio de Dios y de nuestra experiencia personal (16 de abril del 2023). ©LPi